Miguel Hatada, presidente del
consejo de administración de Cooperativa Abaco y Elba Viviana Caro Hinojosa,
representante de BID Perú, presentaron el proyecto de cooperación técnica no
reembolsable «Umitron: convertir la acuicultura en una ciencia», gracias al
financiamiento de BID Lab.
Cabe precisar que Abaco
incursionó en la acuicultura hace cinco años al adquirir Piscifactoría de los
Andes (Piscis), luego de evaluar su gran potencial como una industria de alto
impacto en zonas deprimidas.
«Actividad ecológicamente
amigable con el medio ambiente, generadora de círculos virtuosos de cadenas de
valor y que demanda mano de obra especializada de mujeres en su
procesamiento final de corte, fileteado, desespinado y empaquetado», explicó
Miguel Hatada.
Asimismo, resaltó que todo esto
hizo que Abaco decida invertir en esta empresa, siguiendo la filosofía
cooperativa e incorporando a nuevos socios en la cadena de valor de la crianza
y comercialización, formalizándolos y agregándolos a la cadena de exportación.
«Es así que los productos de
nuestros socios acuicultores del lago ya se consumen en mercados
norteamericanos y europeos».
También mencionó la relación de
Abaco con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), desde el 2008.
Acotó que ese año, a través de la
ventanilla del Fomin, Cooperativa Abaco recibió el primer préstamo para
«fortalecimiento institucional de cooperativa de ahorro y crédito», que tuvo
una parte de préstamo no reembolsable y cuyo objetivo fue contribuir a la
expansión y profundización de los servicios financieros para las Mypes en el
Perú, con componentes orientados al desarrollo de productos y tecnologías
crediticias, así como el mejoramiento de la capacidad operativa y de gestión de
la división regional y equipamiento de los sistemas de información.
En el año 2014, como una
continuación del primer proyecto, pero enfocado en el área rural vino un segundo
proyecto denominado «Modelo Cooperativo de Innovación Financiera Rural», que profundizó
y amplió los servicios financieros rurales de segundo piso, mediante una red de
organizaciones de productores y pequeños intermediarios financieros del sector
rural.
Dicho proyecto se focalizó en el
financiamiento en aquellas de valor agropecuarias adecuadamente articuladas al
mercado, buscando diversificar y perfeccionar los productos, además de
adecuarlos a las necesidades especificadas de cada cadena.
«Con este proyecto se llegó a beneficiar a cerca de 54,000 pequeños productores rurales que recibieron servicios financieros indirectos de Abaco a través de sus socios estratégicos. Este segundo proyecto vino acompañado con un crédito subordinado de 5 millones de dólares a un plazo de 10 años».
Sobre el Proyecto Umitron
Este tercer proyecto también
financiado por el BID Lab, denominado «Umitron: convertir la acuicultura en una
ciencia» tiene dos partes: i) Cooperación Técnica no reembolsable con una
duración de 4 años con un aporte de $550 000 por parte del BID y $500 000 de
aporte local, lo cual representa un total de $1 050 000 y un segundo componente
de un Préstamo subordinado con una duración de 10 años por $1 500 000.
«Este proyecto nace ante la
importancia que tiene la acuicultura en los desafíos mundiales para optimizar
la correcta alimentación en el planeta. Asimismo, porque tiene un fuerte
componente social y económico. En las zonas en las que se ubica crea nuevas
oportunidades de empleo y de crecimiento de las zonas litorales y rurales.
Teniendo en cuenta que la producción acuícola se puede incrementar 100 veces
más a la producción actual, es esencial optimizar el costo del alimento con
soluciones tecnológicas. Para ello se requiere implementar una acuicultura
sostenible que permitirá asignar eficientemente los insumos y mejorar su
productividad», detalló el máximo representante de Abaco.
Abaco, que actúa
como ejecutor y Umitron-Japón como proveedor de tecnología
acuícola, probarán en las granjas de Piscis en Puno, por primera vez en Amértica
Latina, el prototipo de la solución Umitron-Cell. que combina tecnología
satelital, para mitigar el riesgo de sobrealimentación, internet de las cosas e
inteligencia artificial atenuando el riesgo de provocar marcas rojas para
mantener la calidad del agua.