El secreto para realizar un buen trabajo en equipo
Un equipo es un conjunto de 2 o más
personas que tienen algunas características definidas como tener un objetivo
común, desempeñar distintas funciones para llegar a esta meta, etc.
Principalmente la diferencia con un grupo, es la gestión, actitud y
motivaciones dentro de sus integrantes.
Un grupo, también tiene un
objetivo común, pero no necesariamente los elementos que lo componen muestran
la misma determinación personal, o tampoco podrían mostrar una exigencia
superior ni un espíritu de cooperación entre las tareas asignadas. El nivel máximo
de compromiso con el objetivo, el sentido e interés en la cohesión de sus
miembros, la disciplina para seguir los planes y la actitud para entregar las
mejores competencias de cada posición son características propias de un equipo.
Para que un equipo sea exitoso,
es especialmente relevante la actitud que pueda mostrar, no sólo sus
integrantes. Recordemos que un equipo genera sinergia.
La actitud puede ser jugar relajados, donde sus integrantes
se exigen a un nivel mínimo, no hay apuro por llegar al objetivo, usualmente
cuando la meta no está alineada a los intereses personales de sus integrantes. Jugar normal, donde existe ya un interés
pero la motivación no llega a exigir desempeñarse de manera extraordinaria, el
objetivo o la meta no es asumida como un reto para mostrar lo mejor de cada uno
de sus integrantes, se llega al objetivo para “cumplir”. Finalmente, una
actitud de partido de la temporada,
aquella actitud en donde los integrantes del equipo se desenvuelven por algo
más que sólo llegar al objetivo, hay una motivación y un interés tanto personal
como colectivo de llegar aún más lejos.
Viendo la importancia de una
buena actitud para afrontar los desafíos que tenemos en frente, y sabiendo que
cada miembro de nuestro equipo puede tener distintas actitudes, ¿qué podemos
hacer para cambiarla?
Algunas sugerencias son: Cambiar
la cara. Cada persona es un conjunto de experiencias, recuerdos y motivaciones.
Debemos ser capaces de quedarnos con lo mejor, lo que nos genera felicidad a
fin de que podamos elegir ser positivos, rechazando lo negativo con buen humor.
La predisposición a reír y tomar las cosas con humor siempre nos dará
tranquilidad y positivismo. Simplificando, muchas veces las soluciones están en
el camino simple, directo y sencillo. Muchas veces, los problemas nos inundan
por lo que es importante aislar el problema para poder encontrar en la
simplicidad la posible solución. Ser conscientes de nuestro potencial, con
actitud positiva nos lleva también a transmitir un buen ánimo y una actitud de
mejora hacia nuestros compañeros de equipo.

Gustavo Asato
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