Dicen que tomar riesgos es parte del alma de un
emprendedor, pues inicia un camino fuera de su zona confortable hacía la zona
donde sucede la magia. De hecho, nuestro país tiene casos emblemáticos de emprendedores
quienes enfrentaron sus incertidumbres y las fueron tomando como importantes
lecciones hasta llegar a ser negocios consolidados.
En la actualidad, quienes buscan iniciar un negocio
propio tienen a su disposición a las metodologías ágiles para detectar los
riesgos con anticipación, desarrollar un producto con diferenciación e, inclusive, tener un plan
para reorientar el rumbo ante cualquier complicación. Estas metodologías se
caracterizan por su naturaleza lúdica, flexibilidad e inmediatez en su
desarrollo, y porque colocan como centro de la experiencia al cliente. De este
modo, los negocios pueden planificar escenarios, tomar decisiones eficaces,
promover el trabajo colaborativo, dinamizar la comunicación interna, etc.
A continuación me gustaría compartir un poco acerca
de las principales metodologías ágiles, en las cuales me he certificado a
través de diferentes empresas tanto nacionales como internacionales, y que
pueden ayudar a un emprendedor, así como a profesionales quienes ya se
desempeñan al interior de una compañía.
Para iniciar, tenemos a Scrum. Sumamente útil para la
gestión de proyectos, pues adopta una estrategia de desarrollo incremental a
partir de fases (denominado sprints en inglés), que permiten un rápido aprendizaje,
logrando constantes ajustes en el entregable hacía el cliente. Evitándose así
diversos riesgos.
Para las reuniones y su adecuado registro, podemos
usar Bikablo®, otra manera de hacer visual nuestro pensamiento (denominado
visual thinking en inglés). Pues, en lugar de tomar apuntes, también podemos
dibujar nuestras ideas usando figuras, llamadas, textos, colores, sombras, etc. Y lo genial, no es necesario saber dibujar.
Por otro lado, Lego® Serious Play® es la
metodología que mejor tangibiliza la naturaleza del juego, pues en su contexto
se destraba un pensamiento que agrega valor: La disrupción. A través de los
ladrillos de Lego® se construyen ideas, se visualizan situaciones, se incentiva
el trabajo en equipo, y se puede lograr el diagnóstico acertado de un negocio.
Si se trata de generar ideas que cambien lo
establecido, Design Thinking es la metodología ágil recomendable. A través de
sus cinco pasos (empatizar con el cliente, definir su problema, idear una
solución, prototiparla y probarla) se puede generar propuestas disruptivas para
un mercado que demanda nuevas experiencias.
Así, estas metodologías, al ser tan flexibles,
permiten también un trabajo colaborativo entre ellas, y en determinadas
circunstancias. Por ejemplo, aplicando Design Thinking se detecta un problema,
y la solución se puede construir con Lego® Serius Play® o dibujarla con Bikablo®
para una interiorización más profunda a través de lo tangible y visual de modo
respectivo.
Definitivamente debemos buscar añadir estas
metodologías a la vida de nuestro emprendimiento o negocio para enfrentar de
manera más preparada los riesgos, y lograr su innovación y competitividad,
sobre todo en tiempos presentes. Para poder aprenderlas e implementarlas, hay
que tomar en cuenta que existen desde talleres introductorios, hasta las
certificaciones necesarias como es el caso de Lego® Serious Play®.